Gabriel Silva
La vanidad, la obsesión heroica (o pseudo-heroica) por contrapolación de la mediocridad o el odio a la injusticia y a los injustos, están al acecho para hacernos desviar de nuestro deber, o convertir nuestro periplo en un tormento, en vez de hacernos gozar de la felicidad que produce el Camino Correcto marcado por el Alma.